Emblemática obra de la Séptima compañía de danza, estrenada en la década de los
noventa, la prensa especializada de la época la galardonó con los premios Pedro
de la Barra y Apes. Años más tarde, es reestrenada e incluida en el marco de Patrimonio
Coreográfico del Consejo de la Cultura y las Artes de Chile en 2015.